Luego del triunfo de Enmanuel Macron en Francia , parecía que se le había dado un golpe mortal a las pretensiones de los partidos ultraderechistas de alcanzar él poder ,y poner en jaque al orden mundial.Sin embargo las pasadas elecciones en septiembre ,significó un segundo aire para los movimientos ,que representan la xenofobia y el populismo
A pesar de la ajustada victoria de la actual canciller Ángela Merkel ,la ultraderecha logró él tercer lugar,lo que le garantiza unos escaños en él bundestag
Desde su resurgimiento en 2014 .La ultraderecha representada en él partido SPD (Alternativa para Alemania ) y el movimiento xenofobico Pegida ,surgido en la ciudad de Dresde en 2014 , han sido los representantes de la rabia y la voz de rechazo a las "políticas de puertas abiertas" de la canciller Ángela Merkel a las que califican de erradas ,por ser perjudiciales para la de la nación .
En efecto estos partidos se oponen a las políticas inmigratorias de la canciller ya que ponen en peligro la seguridad y los valores nacionales. También se oponen a que Alemania se mantengan en la zona euro a la que considera ha sido perjudicial para él bienestar de los trabajadores alemanes .dadas las políticas de austeridad implementadas por la Unión Europea ,para ser frente a la crisis económica que afectó al continente en él año 2008, y de la que Europa intenta recuperarse.Por él contrario proponen una vuelta a las tradiciones germánica.
Esto ha supuesto un duro desafío para la canciller .que tendrá que pactar con los liberales y verdes o renegociar con los socialdemócratas , si quiere cerrarle la puerta a la demagogia populista y la xenofobia de la ultraderecha

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